Después
del parón veraniego y coincidiendo con el cambio de hora del mes de
octubre, el Departamento de Deportes organizó, el domingo 29 de
octubre, la ruta senderista de las “Piedras Labradas”, enclavada
en la población de Casas del Monte situado en la comarca del Valle
del Ambroz, donde se citaron 52 senderistas procedentes del
Torrejoncillo, Moraleja y Coria.
Sobre
las 09:10 horas de la mañana y con un clima anormal en estas fechas
del año por las altas temperaturas, se iniciaba la ruta desde la
misma población de Casas del Monte. Tomando dirección a la piscina
natural, comenzamos los seis kilómetros de subida por pistas de
hormigón y tierra, rodeados de bosques de robles y cerezos donde la
otoñada parece que aún no ha hecho acto de presencia ante las
escasas lluvia caidas en la zona.
Llegados
al punto más alto de la marcha a 1.070 metros de altitud, denominado
collado de Piedras Labradas, nos encontramos con los restos de un
santuario supuestamente romano donde las piedras están talladas con
un corte perfecto, de ahí el nombre del lugar, y donde se barajan
varias hipótesis, ya que en principio no es habitual que los romanos
construyesen a tanta altura. Hay quien opina que tuvo que haber en el
lugar un asentamiento vetón, o al menos un lugar sagrado sobre el
que se edificó el templo. Otras teorías se inclinan por que en la
meseta hubiera un puesto de comunicaciones que enviase, mediante
fuego por la noche y con destellos por el día, señales a una gran
distancia. También es posible que el emplazamiento cumpliera labores
de protección y vigilancia sobre una ruta secundaria que uniría al
Vía de la Plata con el Valle del Jerte. Ajeno a las hipótesis,
solitario y en lo alto, el templo de Piedras Labradas sigue guardando
sus misterios.
Tras
la visita al yacimiento y recuperada las fuerzas después de la
exigente subida, comenzamos el descenso hacia la población vecina de
Jarilla, el cual requería más concentración y esfuerzo por parte
de los participantes debido a su nivel técnico que presentaba. Antes
de llegar a esta población, se hacía la parada para el bocadillo en
el merendero perfectamente acondiconado para el momento.
El
camino de vuelta a la población de salida, por pista adecuadamente
acondicionada, se hacía menos agradable por el calor excesivo y poco
normal en esta época del año. Sobre las 14:00 horas finalizaba la
marcha sin tener que reseñar ninguna circunstancia relevante.
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